RIESGOS DE INTERNET - SÉPTIMO - III PERIODO

RIESGOS DE INTERNET


Pese a las infinitas posibilidades que ofrece Internet como infraestructura económica y cultural para facilitar muchas de las actividades humanas y contribuir a una mejor satisfacción de nuestras necesidades y a nuestro desarrollo personal, el uso de Internet también conlleva riesgos, especialmente para los niños, los adolescentes y las personas que tienen determinados problemas como la tendencia al aislamiento social, sin empleo, entre otros.

En el caso de los niños, la falta de una adecuada atención por parte de los padres (que muchas veces están trabajando fuera de casa todo el día) les deja aún más vía libre para acceder sin control a la TV e Internet, si está disponible en el hogar, cuando vuelven de la escuela. Si el ordenador familiar no dispone de filtros que limiten el acceso a las páginas inadecuadas, de forma accidental o buscando nuevos amigos y estímulos se irán encontrando allí con toda clase de contenidos, servicios y personas, no siempre fiables ni convenientes para todas las edades. Y lo que empieza por curiosidad puede acabar en una adicción ya que los niños y los adolescentes son fácilmente seducibles.

1. Riesgos relacionados con la información. Las personas frecuentemente necesitamos información para realizar nuestras actividades, y muchas veces la podemos obtener en Internet de manera más rápida, cómoda y económica que en el "mundo físico". No obstante hemos de considerar posibles riesgos:

  • Acceso a información poco fiable y falsa. Existe mucha información errónea y poco actualizada en Internet, ya que cualquiera puede poner información en la red. Su utilización puede dar lugar a múltiples problemas: desde realizar mal un trabajo académico hasta arruinar una actuación empresarial.
  • Dispersión, pérdida de tiempo. A veces se pierde mucho tiempo para localizar la información que se necesita. Es fácil perderse navegando por el inmenso mar informativo de Internet lleno de atractivos "cantos de sirena". Al final el trabajo principal puede quedar sin hacer.
  • Acceso de los niños a información inapropiada y nociva. Existen webs que pese a contener información científica, pueden resultar inapropiadas y hasta nocivas (pueden afectar a su desarrollo cognitivo y afectivo) para niños y menores por el modo en el que se abordan los temas o la crudeza de las imágenes (sexo, violencia, drogas, determinados relatos históricos y obras literarias...). La multimedialidad de Internet puede hacer estos contenidos aún más explícitos e impactantes. 
  • Acceso a información peligrosa, inmoral, ilícita. Existe información poco recomendable (pornografía infantil, violencia, todo tipo de sectas...) y hasta con contenidos considerados delictivos que incitan a la violencia, el racismo, la xenofobia, el terrorismo, la pedofilia, el consumo de drogas, participar en ritos satánicos y en sectas ilegales, realizar actos delictivos... La globalidad de Internet y las diferentes culturas y legislaciones de los países hacen posible la existencia (por lo menos temporal, ya que grupos especiales de la policía dedicados a delitos informáticos realiza actuaciones a nivel internacional) de estas páginas web en el ciberespacio.

2. Riesgos relacionados con la comunicación interpersonal. Las personas muchas veces necesitamos comunicarnos con personas lejanas o establecer nuevos contactos sociales. Internet nos ofrece infinidad de canales y oportunidades (e-mail, chats, weblogs...), aunque conllevan algunos riesgos:



  • Recepción de "mensajes basura". Ante la carencia de una legislación adecuada, por e-mail se reciben muchos mensajes de propaganda no deseada (spam) que envían indiscriminadamente empresas de todo el mundo. En ocasiones su contenido es de naturaleza sexual o proponen oscuros negocios. Otras veces pueden contener archivos con virus.
  • Recepción de mensajes personales ofensivos. Al comunicarse en los foros virtuales y chats, como los mensajes escritos (a menudo mal redactados y siempre privados del contacto visual y la interacción inmediata con el emisor) se prestan más a malentendidos que pueden resultar ofensivos para algunos de sus receptores, a veces se generan fuertes discusiones que incluyen insultos e incluso amenazas.
  • Pérdida de intimidad. En ocasiones, hasta de manera inconsciente al participar en los foros o chats, se puede proporcionar información personal, familiar o de terceras personas a gente desconocida. Y esto siempre supone un peligro. También es frecuente hacerlo a través de los formularios de algunas páginas web que proporcionan determinados servicios gratuitos (buzones de e-mail, alojamiento de páginas web, música y otros recursos digitales...)
  • Acciones ilegales. Proporcionar datos de terceras personas, difundir determinadas opiniones o contenidos, plagiar información, insultar, difamar o amenazar a través de los canales comunicativos de Internet... puede acarrear responsabilidades judiciales (como también ocurre en el "mundo físico").
  • Malas compañías. Especialmente en los chats, videojuegos..., se puede entrar en contacto con personas que utilizan identidades falsas con oscuras intenciones, en ocasiones psicópatas que buscan víctimas para actos violentos o delictivos a las que prometen estímulos, experiencias y amistad. Para aminorar estos riesgos es conveniente informar sobre las normas de "netiqueta" y educar a los usuarios en el uso correcto de los canales comunicativos de Internet, alertándoles del riesgo de difundir sus datos más personales y de las repercusiones legales que pueden tener sus mensajes y los archivos que se intercambian.

3. Riesgos relacionados con actividades con repercusión económica. El ciberespacio que sustenta Internet es un mundo paralelo en el que se pueden realizar prácticamente todas las actividades que realizamos en el "mundo físico". Y las actividades con repercusión económica siempre suponen riesgos. En el caso de Internet destacamos los siguientes:



  • Estafas. En las compras y demás transacciones económicas (tiendas virtuales, bancos, servicios formativos...) que se realizan por Internet, especialmente si las empresas no son de solvencia reconocida, la virtualidad muchas veces enmascara sutiles engaños y estafas a los compradores.
  • Compras inducidas por una publicidad abusiva. Aprovechando la escasa regulación de las actividades en Internet, las empresas utilizan sofisticados sistemas de marketing para seducir a los internautas e incitarles a la adquisición de sus productos, incluyendo publicidad subliminal. Sus anuncios de reclamo ("banners"...) aparecen en todo tipo de webs, y a veces resulta difícil separar los contenidos propios de la web de la publicidad. De manera que a veces se acaba haciendo compras innecesarias.
  • Compras por menores sin autorización paterna. Niños y jóvenes pueden realizar compras sin control familiar a través de Internet, en ocasiones incluso utilizando las tarjetas de crédito de familiares o conocidos.

  • Robos. Al facilitar información personal y los códigos secretos de las tarjetas de crédito por Internet, a veces son interceptados por ciberladrones y los utilizan para suplantar la personalidad de sus propietarios y realizar compras a su cargo. Con todo, se van desarrollando sistemas de seguridad (firmas electrónicas, certificados digitales...) que cada vez aseguran más la confidencialidad al enviar los datos personales necesarios para realizar las transacciones económicas. Hay empresas que delinquen vendiendo los datos personales de sus clientes a otras empresas y estafadores.
  • Actuaciones delictivas por violación de la propiedad intelectual. Muchas personas, a veces incluso sin ser conscientes de ello o de la gravedad de su acción, realizan actos delictivos violando la propiedad intelectual a través de Internet: búsqueda y recepción de programas o música con copyright (piratería musical) o software para desactivar sistemas de protección de los productos.

4. Riesgos relacionados con el funcionamiento de la red Internet. A veces por limitaciones tecnológicas, a veces por actos de sabotaje y piratería y que aún resultan incontrolables, la red Internet no siempre funciona como quisiéramos:

  • Problemas de virus, que actualmente se propagan con libertad por la red y pueden bloquear el funcionamiento del ordenador y destruir la información que almacena. Para navegar por Internet resulta imprescindible disponer de un sistema antivirus actualizado en el ordenador.
  • Espionaje. A través de mecanismos como las "cookies" o de virus, se puede conocer todo lo que se hace desde un ordenador y copiar todos los archivos que tiene almacenados. Con estos sistemas algunos espías se dedican a detectar las circunstancias y preferencias de las personas con el fin de elaborar listas de posibles clientes que luego venden a las empresas comerciales.
  • Publicidad subliminal, spam... En siglos anteriores las vías de comunicación entre las ciudades resultaban también lentas e inseguras (mal firme, guerras, bandidos...). Seguro que dentro de unos pocos años todos estos problemas de Internet también se habrán solucionado. De momento hay que conocerlos y tenerlos en cuenta: no podemos confiar que todo Internet esté siempre operativo a nuestra disposición y debemos proteger nuestro ordenador con un sistema antivirus/espionaje adecuado.

5. Riesgos relacionados con las adicciones (IAD, Internet Addiction Disorder). En toda adicción siempre confluyen tres elementos: una persona, unas circunstancias personales determinadas y una sustancia o situación que produzca placer (Internet puede proporcionar múltiples sensaciones placenteras). Aunque la conexión compulsiva a Internet constituye un indicador significativo en los casos de IAD, no es posible establecer una correspondencia entre determinadas horas de conexión a Internet y adicción, pues el uso de Internet depende de las circunstancias personales de cada uno (algunos trabajadores y estudiantes deben estar conectados casi siempre a Internet).

Con todo, podemos considerar que una persona tiene adicción a Internet cuando de manera habitual es incapaz de controlar el tiempo que está conectado a Internet, relegando las obligaciones familiares, sociales y académicas/profesionales. Muchas veces además roban horas al sueño e incluso se reduce el tiempo de las comidas; de manera que el cansancio y la irritabilidad se irán cronificando, así como la debilidad del sistema inmunológico y muchas veces una cierta tendencia al aislamiento social. Más que una adicción genérica a Internet, podemos considerar adicciones o usos compulsivos a determinados contenidos o servicios: 

Adicción a buscar información de todo tipo (noticias, webs temáticas, webs personales, pornografía, imágenes o escenas que incluyen violencia...). Adicción a frecuentar los entornos sociales (chats, videojuegos...). Juego compulsivo. Internet está lleno de webs con todo tipo de juegos, algunos de ellos tipo casino con apuestas en dinero; otros muy competitivos o violentos..., que pueden fomentar ludopatías en determinadas personas. Compras compulsivas (comercio electrónico, subastas...). 

Para superar estas adicciones que distorsionan la vida normal de los individuos, muchas veces será necesaria la ayuda de las personas próximas y hasta de médicos especialistas. En el caso de los menores, es importante que los padres estén atentos al uso que hacen sus hijos de Internet y vean de detectar estos problemas lo antes posible.

6. Riesgos de las redes sociales: 

Las redes sociales son un espacio de comunicación complejo, donde pueden surgir problemas y situaciones de peligro para un menor. Aprender cuáles son los riesgos es el primer paso para garantizar su protección.

  • Al exponer información personal: Los menores han de moderar la información que publican para evitar la pérdida de privacidad, respetando su propia intimidad y la de los demás. Al mismo tiempo, se protegerán de otros riesgos asociados:
  • Suplantación de identidad: otra persona podría utilizar sus imágenes y datos personales para crear un perfil falso, y actuar en su nombre.
  • Grooming: conocer demasiados detalles de su vida privada, facilita que un adulto pueda hacerse pasar por un menor que comparte sus intereses, y se gane su confianza. De este modo puede manipularle y pedirle imágenes o vídeos íntimos con los que chantajearle.

Al utilizar las redes sociales de forma inadecuada:

  • Ciberacoso: el acoso escolar puede reproducirse en el entorno digital, a través de comentarios y publicaciones negativas o humillantes hacia una persona. Dar me gusta, compartir las burlas o simplemente no denunciarlas es convertirse en cómplices.
  • Uso excesivo: sin unos límites de tiempo equilibrados, pueden aparecer síntomas de dependencia que perjudiquen su desarrollo físico, social y educativo.

Al acceder a contenidos inapropiados: En las redes sociales circulan todo tipo de contenidos, como imágenes, vídeos o juegos que no siempre son adecuados para la edad y madurez del menor. Es preciso identificar aquellos que son positivos para su desarrollo, y cuáles pueden suponer un riesgo:

  • Mentiras y fraudes: la difusión de noticias falsas puede causar desinformación o alarma social.
  • Discursos de odio: los contenidos irrespetuosos o agresivos pueden promover ideas negativas o extremistas, generando actitudes intolerantes y violentas.
  • Comunidades peligrosas: acceder a contenidos de riesgo puede favorecer el contacto con personas que promueven conductas dañinas, como desórdenes alimenticios, autolesión o consumo de drogas.

APRENDIENDO A USARLAS CON RESPONSABILIDAD

Es posible utilizar las redes sociales de forma positiva y segura, todo depende del uso que el menor haga de ellas y su actitud a la hora de relacionarse con otros usuarios/as.

Eligiendo la red social adecuada. Actualmente existen muchas redes sociales y no todas son apropiadas para nuestros hijos/as. A la hora de crear su primer perfil social, ten en cuenta su edad y su madurez, las características de cada plataforma y sus opciones de seguridad:

  • Establecer el perfil como privado.
  • Limitar la visibilidad de sus publicaciones solo a sus contactos.
  • Limitar la recepción de mensajes y comentarios solo a sus contactos.
  • Limitar las búsquedas dentro y fuera de la red social.
  • Evitar la recepción de publicidad personalizada.
Creando una buena identidad digital. Cada publicación, ya sea una imagen, un vídeo o un comentario, genera un impacto en las personas que lo ven. En conjunto van a construir una imagen pública que los menores deben cuidar, siendo conscientes de su repercusión en el futuro. Publicar con responsabilidad, respetándose a sí mismos y a los demás, es la clave.



Administrando las solicitudes de amistad. 

Es mejor que los menores solo contacten con personas conocidas, como compañeros de clase o familiares de su edad. Progresivamente, con la ayuda de un adulto, deben aprender a identificar qué solicitudes pueden suponer un riesgo, actuando con precaución ante personas desconocidas o peticiones incómodas o que les confunden.

Creando contenido positivo. 

Como usuarios de las redes sociales, los menores crearán publicaciones (textos, imágenes o vídeos) que influirán en otras personas. Deben ser responsables y procurar generar contenidos constructivos, que transmitan valores saludables e información veraz.



CONSEJOS PARA UN USO SEGURO DE INTERNET

Consejos prácticos a tener en cuenta por los padres y educadores (es necesario formar a los padres, que muchas veces no saben cómo funciona Internet ni sus riesgos, y deben asumir su deber de educar y negociar reglas sobre el uso de Internet en casa con sus hijos menores):

- En casa, colocar el ordenador a la vista de todo el mundo, en una dependencia familiar (salón, biblioteca) distinta del dormitorio de los niños

- Tener un cortafuegos (firewall) y un antivirus actualizado que proteja el ordenador de los virus.

- Instalar programas protectores que filtren la información facilitando el acceso a sitios web seguros y controlando el tiempo de conexión.

- Establecer reglas básicas de seguridad en casa y en el centro educativo: momento del día en el que se puede usar Internet, tiempo... Tener en cuenta las posibilidades de acceso a Internet en la casa de amigos, cibercafés.

- Hablar abiertamente con los menores sobre el uso de Internet, su utilidad y sus riesgos. Enseñarles a navegar con seguridad: explicarles normas básicas de uso y aspectos legales a tener en cuenta, que distingan contenidos no recomendables....

- Hacer de Internet una actividad abierta y familiar, navegar juntos, saber con quienes se comunican... muchas veces los hijos pueden enseñar mucho a sus padres.

- Si se detecta algún peligro, contactar con las autoridades o con instituciones encargadas. 

Consejos para los niños y cibernautas en general:

  • No divulgar información privada personal (contraseñas, dirección del domicilio familiar, datos bancarios...) o de personas conocidas por Internet.
  • No enviar fotografías sin el permiso de los padres.
  • No comprar sin la supervisión de un adulto. Y ante instrucciones poco claras, NO seguir el proceso de compra.
  • No contestar chats que tengan contenido ofensivo o resulten incómodos y cuidar de no molestar u ofender a otros.
  • No concertar encuentros con personas conocidas on-line, las personas que se conocen on-line pueden ser muy distintas a lo que parecen (en Internet a veces las personas ocultan su verdadera personalidad).
  • Si se recibe o se encuentra una información que resulte incómoda, comunicarlo a los padres.
  • No abrir mensajes de desconocidos ni mensajes de los que se desconoce el contenido.
  • Tras conectarse desde un lugar público (cibercafé, escuela...) siempre cerrar la conexión para evitar que otra persona pueda usurpar su personalidad.
  • Evitar delinquir distribuyendo a través de Internet materiales (música, imágenes, películas...) de los que no tengan permiso para ello.

¿Y SI ALGO LES INCOMODA O TIENEN UN PROBLEMA?

En las redes sociales los menores se relacionan con otras personas, conocidas y desconocidas. Con cada publicación o comentario pueden surgir malentendidos y conflictos personales. ¡RECUERDA! Si tienes dudas ante un problema, o quieres más información para prevenir riesgos, contacta gratuita y confidencialmente con el centro cibernético de la Policía Nacional en la dirección web: https://caivirtual.policia.gov.co/ y si deseas denunciar puedes ingresar a https://www.policia.gov.co/denuncia-virtual/delitos-informaticos

Escucharles y apoyarles. En casa hemos de mantener siempre un clima de confianza. Si les vemos incómodos/as o preocupados/as ante una notificación en el móvil, podemos reafirmar nuestro apoyo incondicional y darles espacio para que nos cuenten qué sucede. Conviene reaccionar con calma, ya que se trata de encontrar juntos una solución, no de culpabilizar a nadie.

Guardar evidencias. Si estamos ante un problema de gravedad, como puede ser un acoso, es conveniente guardar todas las evidencias posibles de esa situación, por ejemplo, mediante capturas de pantalla de mensajes, imágenes, comentarios, etc.

Pedir ayuda. Si el comportamiento negativo se reitera, es de gravedad, o ilegal, puedes contactar con la Policía Nacional. Además, si les ha llegado a afectar a nivel personal o académico, puedes solicitar apoyo especializado en el centro de salud, o en su centro educativo.

Opciones de bloqueo y reporte. Dejar de seguir: si no queremos que nos lleguen más publicaciones de una persona. Bloquear: si no queremos que a alguien le llegue todo lo que compartimos, o no queremos que nos contacte con mensajes privados. Ignorar y bloquear comentarios desagradables, sin entrar en discusiones sin sentido. Reportar o denunciar: si alguien se niega a quitar una foto nuestra, se hace pasar por nosotros, nos acosa con mensajes ofensivos, comparte contenidos dañinos o ilegales.

Comentarios